El graffiti es una forma de arte callejero que se ha desarrollado a lo largo de las décadas. A menudo visto como vandalismo, el graffiti ha evolucionado de ser considerado como un acto criminal a ser aceptado como una forma legítima de arte.
En sus inicios, el graffiti se practicaba principalmente en las calles de las ciudades, con escritores de graffiti utilizando trenes y trenes subterráneos como su lienzo. La intención original de los escritores de graffiti era simplemente dejar su marca en la ciudad y ganar reconocimiento en el mundo del graffiti. Sin embargo, a medida que el graffiti se volvió más popular, las autoridades comenzaron a verlo como un problema y un acto de vandalismo.
A medida que el graffiti se convirtió en más mainstream, los artistas comenzaron a ser reconocidos y aceptados por el mundo del arte. Muchos artistas de graffiti comenzaron a ser invitados a exponer sus obras en galerías y museos, y el graffiti comenzó a ser visto como una forma legítima de arte. Esto llevó a un cambio en la percepción pública del graffiti, y muchas ciudades comenzaron a permitir la creación de murales y proyectos de arte callejero en lugar de tratar de erradicarlo.
Hoy en día, el graffiti es ampliamente aceptado como una forma legítima de arte y se ha convertido en una forma importante de expresión cultural. Muchos artistas de graffiti han sido capaces de ganar la vida a través de su arte, y el graffiti ha sido incluido en exposiciones en galerías y museos de renombre mundial.
En resumen, la evolución del graffiti ha sido impresionante. De ser visto como un acto criminal, el graffiti se ha convertido en una forma legítima de arte aceptado y valorado por el mundo del arte. El graffiti ha evolucionado de ser una forma de expresión callejera a un medio para expresar ideas y conceptos en un entorno más formal y aceptado. La exposición en museos es una muestra de esta evolución y aceptación del graffiti como una forma de arte válida.
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